INFORME BREVE
Resumen de los resultados
En los últimos años, California ha experimentado un aumento en la frecuencia y la naturaleza destructiva de los incendios forestales. Los expertos pronostican que continúe la reciente tendencia al aumento de la frecuencia y la gravedad de los incendios forestales, lo que obliga al estado a estar preparado a fin de proteger a sus residentes con una mayor frecuencia de lo que ha estado en el pasado ante los desastres naturales más peligrosos. El sistema de gestión de emergencias del estado designa a los gobiernos locales, como los condados, como los principales responsables de estar preparados y dar respuesta ante emergencias. En virtud de esa función, los gobiernos locales deben desarrollar planes de respuesta ante emergencias (planes de emergencia) que los preparen de manera adecuada para proteger a todos los residentes, incluyendo a los más vulnerables. Revisamos hasta qué grado la planificación para emergencias de los tres condados, el condado de Butte (Butte), el condado de Sonoma (Sonoma) y el condado de Ventura (Ventura), incorporó las mejores prácticas y las consecuencias que surgieron al no seguir esas mejores prácticas en sus respuestas ante los incendios forestales recientes. Determinamos que los condados no han seguido las prácticas clave de manera adecuada en la planificación para emergencias, que incluyen contar con planes de emergencia para alertar, evacuar y refugiar a los residentes, así como evaluar las necesidades de sus comunidades antes de que los desastres sucedan. Como resultado, los condados están menos preparados para los futuros desastres naturales, lo que puede poner a los residentes, de quienes son responsables, en un mayor riesgo de sufrir daños.
En particular, los tres condados no se han preparado debidamente para proteger a las personas con necesidades que no pueden satisfacerse mediante los métodos tradicionales de respuesta y recuperación ante emergencias. Dentro de la comunidad de gestión de emergencias, esas necesidades se conocen como necesidades funcionales y de acceso. En conformidad con la ley estatal, las personas con necesidades funcionales y de acceso incluyen, entre otras, a los adultos mayores y las personas con discapacidades, condiciones crónicas, lesiones temporales, así como dominio limitado del inglés. Aunque todos son vulnerables durante un desastre natural, las personas con necesidades funcionales y de acceso son aún más vulnerables. Como resultado, estas personas históricamente se han visto afectadas de manera desproporcionada por los desastres naturales. Las Naciones Unidas ha reportado que las personas con ciertas necesidades funcionales y de acceso tienen más probabilidades de morir a causa de estos eventos. En eventos pasados, las agencias de respuesta ante emergencias tuvieron dificultades para ayudar a esas personas.
Sin embargo, ninguno de los condados que revisamos implementó las mejores prácticas clave de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (Federal Emergency Management Agency, FEMA) y otras organizaciones a fin de garantizar que sus planes de emergencia abordaran por completo las necesidades funcionales y de acceso de las personas en sus comunidades. Estas prácticas incluyen la participación de los representantes de las personas con dichas necesidades durante los procesos de planificación ante emergencias. Estos representantes están en mejores condiciones para brindar información sobre cómo los condados pueden satisfacer de manera efectiva las necesidades funcionales y de acceso durante un desastre natural. A pesar de esta valiosa perspectiva, ninguno de los tres condados involucró de forma adecuada a los representantes de las personas con diversas necesidades funcionales y de acceso en su comunidad al momento de desarrollar sus planes de emergencia.
Reconocemos que ninguna planificación o preparación garantizará el éxito durante un desastre natural. Esto es especialmente cierto cuando el desastre natural es histórico con respecto a su magnitud y alcance, como ha sido el caso en cada uno de estos tres condados durante los últimos dos años. Cada uno de los condados que analizamos sufrió de manera reciente por incendios forestales que se clasificaron entre los más destructivos o mortales en la historia de California, el incendio Camp de 2018 en Butte, los incendios Complex de 2017 en Sonoma y el incendio Thomas de 2017 en Ventura. Además, es imposible determinar si se hubieran podido salvar más vidas durante estos eventos si los condados hubieran planeado de manera diferente o implementado las mejores prácticas por completo y no llegamos a ninguna conclusión al respecto. De hecho, la FEMA reconoce que la implementación de un proceso de planificación determinado no puede garantizar el éxito. Sin embargo, también señala que está comprobado que los planes inadecuados y la planificación insuficiente contribuyen al fracaso. Por lo tanto, las deficiencias en los esfuerzos de un condado a fin de prepararse para un desastre natural pueden afectar su capacidad de respuesta cuando ocurre el desastre.
Por ejemplo, cada condado no tenía un plan completo y actualizado para emitir las advertencias de evacuación, y cada uno tuvo deficiencias en la manera en que emitieron las advertencias al público durante estos desastres históricos. Durante esos incendios forestales, ninguno de los condados emitió advertencias de evacuación para las personas en idiomas distintos al inglés. Como resultado, algunas personas probablemente no recibieron la información de emergencia que podría haberles salvado la vida en un idioma que pudieran entender. Además, a pesar de tener acceso a la tecnología que podía llegar a todos los teléfonos celulares en sus zonas de evacuación, Butte y Sonoma no enviaron alertas mediante esa tecnología. En lugar de eso, los dos condados enviaron mensajes a través de los sistemas de notificación que llegaban a los teléfonos fijos y los teléfonos celulares de las personas, pero solo si esas personas se habían registrado previamente para recibir las alertas de emergencia del condado.
Asimismo, identificamos deficiencias similares entre los tres condados con respecto a la preparación para evacuar y dar refugio a las personas con necesidades funcionales y de acceso. Las mejores prácticas de la FEMA establecen que los condados deben evaluar qué recursos necesitarán para ayudar a esas personas durante las evacuaciones y el refugio. Estos recursos incluyen opciones de transporte disponibles para apoyar en la evacuación, y acceso a catres, regaderas y baños disponibles para los refugios de emergencia. De acuerdo con las mejores prácticas, los condados deben garantizar que esos recursos estén disponibles con prontitud durante los desastres naturales al establecer acuerdos previos con los proveedores u otras organizaciones; sin embargo, ninguno de los condados que visitamos ha establecido un conjunto de acuerdos completos para esos recursos. Butte ha establecido varios acuerdos para los recursos de los refugios, pero no tiene ningún acuerdo preestablecido para el transporte de asistencia durante la evacuación. De manera similar, Sonoma y Ventura no tienen acuerdos preestablecidos para el transporte y tampoco tienen carecen acuerdos clave para obtener los recursos de los refugios.
Algunas de las deficiencias que encontramos en los condados, como no contar con planes de evacuación o no emitir mensajes de alerta y advertencia eficientes, afectan a todos sus residentes, no solo a aquellos con necesidades funcionales y de acceso. A medida en que los desastres naturales son cada vez más graves y frecuentes, las consecuencias potenciales de estar mal preparados también aumentan. Por lo tanto, es fundamental que el estado también se esfuerce más para garantizar que las jurisdicciones locales estén lo mejor preparadas posible. A diferencia de California, la ley estatal de Florida y Texas exige que su división de gestión de emergencias estatal establezca normas y evalúe periódicamente los planes para la gestión de emergencias de las jurisdicciones locales. Un requisito similar en California podría dirigir a la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador de California (California Governor's Office of Emergency Services, Cal OES) a que evalúe y brinde comentarios a las agencias locales de gestión de emergencias sobre el grado en que sus planes incorporan de manera efectiva las mejores prácticas para la gestión de emergencias, en especial aquellas relacionadas con la protección y la asistencia para las personas con necesidades funcionales y de acceso.
La Cal OES es la agencia principal del estado para la gestión de emergencias y su misión es proteger vidas y propiedades, desarrollar las capacidades de respuesta ante emergencias del estado y apoyar a las comunidades. Aunque la Cal OES ha brindado orientación y herramientas para ayudar a las jurisdicciones locales a desarrollar planes de emergencia que satisfagan las necesidades funcionales y de acceso, no ha hecho lo suficiente para cumplir su misión con respecto a la protección de estas poblaciones vulnerables. En específico, la Cal OES no ha adoptado las medidas clave para brindar apoyo a las jurisdicciones locales.
En primer lugar, la Cal OES no ha podido brindar recursos importantes para ayudar a las jurisdicciones locales a planificar, incluso cuando las leyes estatales se lo han exigido. Por ejemplo, la Cal OES no ha cumplido la ley estatal que le exige que brinde orientación a las jurisdicciones locales en relación con las estrategias para identificar a las personas con necesidades funcionales y de acceso y para evacuar a las personas con discapacidades. Como resultado, las jurisdicciones locales, como las que analizamos, pueden tener dificultades a fin de planificar de forma adecuada para para poder ayudar a esas personas mejor. Si la Cal OES no cumple los requisitos de la ley estatal, no logrará su propósito de brindar apoyo y asistencia técnica a las jurisdicciones locales cuando planifiquen para los desastres.
Además, la Cal OES no ha seguido las mejores prácticas para involucrar a las personas con necesidades funcionales y de acceso en el desarrollo de sus propios planes y orientación escrita. En lugar de incluir a los representantes de esas personas en el desarrollo de sus documentos de orientación, la Cal OES depende de una sola persona, el jefe de su Oficina de Necesidades Funcionales y de Acceso, para informar sobre la orientación escrita. Como resultado, la orientación que emitió de manera reciente sobre las alertas y advertencias no mostró ninguna estrategia u orientación específica sobre cómo alertar a las personas con discapacidades auditivas. Las jurisdicciones locales dependen de los planes y la orientación escrita de la Cal OES para determinar cómo llevar a cabo su propia planificación. Si los planes y la orientación de la Cal OES no abordan por completo las necesidades funcionales y de acceso, es posible que los planes de las jurisdicciones locales tampoco puedan hacerlo.
Finalmente, la Cal OES no ha diseminado ningún informe final que incluya las lecciones aprendidas de los desastres naturales para ayudar a que las jurisdicciones locales aprendan de los logros y los errores de otros. Además de la misión de la Cal OES de proteger vidas, desarrollar capacidades y apoyar a las comunidades, está la responsabilidad implícita de identificar y adoptar medidas proactivas para corregir los problemas en la gestión de emergencias que pueden poner en peligro la vida de los residentes, incluidos aquellos con necesidades funcionales y de acceso. A pesar de que una ley estatal exige a la Cal OES que presente informes posteriores a la actividad en los 120 días posteriores al final de un desastre, el desastre más reciente para el que completó un informe posterior a la actividad ocurrió en febrero de 2015 y completó ese informe hasta mayo de 2019, es decir, más de cuatro años después del desastre. Como resultado, se perdió la oportunidad de contribuir a que las jurisdicciones locales adapten sus planes en función de las lecciones aprendidas por otras jurisdicciones.
Resumen de las recomendaciones
Legislatura
La legislatura debe requerir a la Cal OES que revise los planes de emergencia de todos los condados a fin de determinar si son consistentes con las mejores prácticas y brindar la asistencia técnica necesaria a los condados.
La legislatura debe requerir a la Cal OES que involucre a las organizaciones que representan a las personas con diversas necesidades funcionales y de acceso en el desarrollo del plan de emergencia estatal y la orientación para las jurisdicciones locales, además de que difunda anualmente la orientación escrita en función de las lecciones aprendidas de los desastres naturales.
Condados
Para asegurarse de que están preparados adecuadamente para proteger a las poblaciones vulnerables durante un desastre natural, cada condado debe revisar sus planes de emergencia siguiendo las mejores prácticas a fin de planificar el cumplimiento de las necesidades funcionales y de acceso de sus residentes, incluida la participación de las personas con esas necesidades en el proceso de planificación y el desarrollo de estrategias para alertarlos, evacuarlos y refugiarlos.
Para garantizar que los esfuerzos de planificación de emergencias futuros aborden de manera más exhaustiva las necesidades funcionales y de acceso, cada condado debe adoptar ordenanzas del condado que exijan que se cumplan las mejores prácticas y la orientación emitidas por la FEMA, la Cal OES y otras autoridades al realizar dicha planificación.
Cal OES
Antes de junio de 2020, la Cal OES debe presentar la orientación relacionada con las necesidades funcionales y de acceso ante las jurisdicciones locales, la cual la ley estatal exige que se realice.
Comentarios de las agencias
Los condados expresaron preocupaciones sobre nuestras conclusiones, que no están preparados para proteger a las poblaciones vulnerables de forma adecuada, y que su planeficación insuficiente afectó su capacidad de respuesta a los incendios recientes. Ni el condado de Butte ni el condado de Ventura indicaron si planean implementar todas nuestras recomendaciones. El condado de Sonoma en general está de acuerdo con nuestras recomendaciones. La Cal OES está en desacuerdo con nuestra conclusión de que no ha apoyado a las jurisdicciones locales de forma adecuada a planificar para satisfacer las necesidades funcionales y de acceso, e indicó que no va a implementar por completo nuestra recomendación de proveer a las jurisdicciones locales toda la orientación que requiere la ley estatal.